lunes, 2 de enero de 2012

Diálogo mirando la tormenta.

-¿Pero vos decís que no es grave?

-No

-Porque yo nunca había visto algo así. Una tormenta que se viene, así como esa. Así de oscura, digo.

-Si fuese grave no estaría tan tranquilo.

-No, ya sé. Pero quizás lo hacés para no asustarme.

-...

-Nunca vi algo tan oscuro que se acerque. Además la gente está alterada, pero no lo demuestran. No quieren entrar en pánico, pero están todos con esta circunstancia del 2012.

-No. Lo que pasa es que acá el cielo se ve más que en Buenos Aires, ¿no ves todo el cielo que se ve? es eso. No es el 2012.

-Bueno. Quizás me tocó ver el fin del mundo desde acá, desde el campo. Quizás me tocó verlo todo entero.

-...

-¿Por qué entonces la gente se quedaría sentada afuera de su casa, mirando para arriba ? Esperan algo.

-Esto es el campo. Todos se quedan afuera de su casa en un banco. Sobre todo las parejas antiguas.

-Sí, esas. Son las más amarillistas. Son las que más miedo me dan. Miran con seguridad. Yo te digo, acá se acaba todo. No quiero acabarme acá, en Bolívar.

-...

-Hablame.

-Si este fuese el fin del mundo, no deberías estar perdiendo el tiempo que te queda hablando del poco tiempo que te queda porque es el fin del mundo.

-Cuando lleguemos, voy a pedirle a tu mamá que me abrace fuerte.

-Va a estar bien. Pedile.

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