lunes, 7 de enero de 2013

Todo lo que quiero es tenebroso.

Parte 1.
El padre.


Las velas del barco
no las levantó nadie
después más tarde,
cuando era posibilidad ahogarse
con el teléfono llamé a un señor
y le dije: padre,
por suerte no dependen de vos
mis pies en la tierra.


no hago otra cosa
que soñar los pelos duros
y ponerlos en contexto.

para haber nacido varoncito
tendría que haber sabido navegar
sobre sementales.



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